El otoño caliente de Quim Torra: médicos, funcionarios, maestros y bomberos preparan huelgas

Los trabajadores públicos de la Generalitat, unos 250.000, han anunciado huelga para el 12 de diciembre. Antes, los días, 26, 27, 28 29 y 30 de noviembre, unos 5.700 médicos que trabajan en la sanidad primaria han convocado huelga. El 29 de noviembre, varios sindicatos de la enseñanza pública, encabezados por el mayoritario, USTEC, han comunicado, a su vez, que harán una jornada de paro en este ámbito. Y no acaba aquí la problemática, porque los trabajadores de la sanidad concertada, han iniciado también movilizaciones para reclamar que el Govern de Catalunya mejore las tarifas que paga a las entidades para las que trabajan para así equiparar sus salarios con los de la sanidad publicado. Y también están los bomberos, que esperan una respuesta del departament de Interior a su demanda de incrementar las plantillas e invertir en material de seguridad para que puedan hacer su trabajo sin riesgos. 

El presidente Quim Torra, le dijo el verano pasado a Pedro Sánchez, presidente del gobierno español, cuando se encontraron: “En otoño pasarán cosas, ¿seremos capaces de aguantar sólo con gestos?”. Todo el mundo interpretó la frase como el anuncio del ‘otoño caliente’ de movilizaciones por la reivindicación catalana. Lo que quizás no se pensaba Torra es que el otoño caliente lo sufriría su gobierno después de no dar respuesta a las reivindicaciones largamente pospuestas de varios colectivos laborales del sector público catalán.

Todos los conflictos antes mencionados tienen en común la sensación de los trabajadores que la Generalitat que el gobierno les desprecia. Más allá de las buenas palabras los sindicatos se quejan de falta de atención del ejecutivo hacia sus reivindicaciones largamente pospuestas, primero debido a la crisis económica y luego por  el impasse  que se produjo con la aplicación de la artículo 155 de la Constitución, que desarboló el autogobierno.

Los trabajadores públicos de la Generalitat todavía esperan un compromiso del Gobierno con respecto a la recuperación de las pagas extras correspondientes a los años 2013 y 2014. Hace cinco años que esperan ser resarcidos de los recortes. Los atrasos salariales que tenían se pagaron también con años de retraso y muchos meses después de que los funcionarios del resto de administraciones públicas del Estado hubieran cobrado. La última propuesta hecha por el consejero Puigneró enervó los trabajadores públicos: el Gobierno pretendía pagar las pagas extras en plazos. El primer antes de finalizar en 2019 y el último en 2026, y siempre que hubiera disposición presupuestaria, indicó el consejero. Los sindicatos, por el contrario, se aferran a la resolución aprobada por el Parlament que indica que el 10% de la deuda se pagaría antes de finalizar 2018 y el resto en un máximo de dos años

Huelga de médicos de primaria

El Sindicato Médicos de Cataluña llama a la huelga los 5.700 profesionales que atienden la atención primaria en Cataluña. Los profesionales reclaman recuperar la plantilla médica anterior a los recortes, limitar la agenda asistencial a un máximo de 28 visitas diarias, asignar un tiempo mínimo para las visitas, fichar una ratio máxima de pacientes, exigir el cumplimiento de los plazos legales de referencia y ofrecer todas las plazas de formación sanitaria especializada MIR. Como casi todo, es un problema de dinero y la respuesta de la Generalitat ha sido dar largas. Por lo tanto, si no cambia la situación, del 26 al 30 de noviembre la atención en los centros de primaria se limitará a los servicios mínimos. Si la sensación de los ciudadanos es de sufrir un servicio deficiente debido a la falta de personal, con visitas que se posponen meses, ahora con una huelga el caso puede ser más que una anécdota.

Los enseñantes también

Los enseñantes también han convocado huelga el 29 de noviembre. La organización mayoritaria en el sector público el USTEC-STEs, junto con CGT-Enseñanza y ASPEPC-SPS, han convocado huelga con la que piden volver a las condiciones laborales que tenían antes de la crisis (es decir, volver a las 23 horas lectivas en primaria y 18 en secundaria; una reducción de las ratios hasta un máximo de 22 alumnos en primaria y 27 en secundaria, o recuperar las pagas extras y el primer sexenio de seis años y no de nuevo, entre otras medidas). Recuerdan que el Gobierno de Cataluña gasta en enseñanza el 2,5% del Producto Interior Bruto (PIB), cuando la LEC establece que el gasto debe situarse en el 6%. Los otros dos sindicatos con una presencia importante entre los docentes de la pública: CCOO y UGT, no se han sumado, de momento, a la convocatoria.

Por su parte, los aproximadamente 50.000 trabajadores de la sanidad concertada han iniciado también movilizaciones que implican la Generalidad. Reclaman un aumento salarial igual que lo que han conseguido los sanitarios de la pública, con un aumento del 1,95% más los complementos de las bajas. Las empresas y entidades que tienen contratados los trabajadores afirman que en último término los aumentos de salarios reclamantes deben surgir de las arcas públicas vía incrementos de las tarifas de los servicios sanitarios prestados.

La dificultad con la que se enfrenta la Generalitat es que los presupuestos del 2018 están prorrogados, lo que significa que no se puede incrementar el gasto sobre las cifras de 2017 y, por otra parte, parece que de cara 2019 hay dudas que se puedan pactar con otros grupos parlamentarios unos nuevos presupuestos, dada la negativa del Gobierno de PDECAT y Esquerra de hacer lo mismo con las cuentas públicas del Estado.

Martes, 13 en plaza de Santiago coincidirán los trabajadores públicos de la Generalitat con los sanitarios de la concertada. Todo parece indicar que no será la primera movilización de estos colectivos.