Después de que varios grupos de la oposición del Ayuntamiento de Barcelona pararan la opción de emplazar el CAP del Raval Norte en la Capilla de la Misericordia en la votación del martes pasado (únicos votos a favor de Barcelona en Común y la CUP ), las vecinas del barrio, y varios colectivos agrupados en la plataforma CAP Raval Norte Digne han decidido ocupar la mañana del jueves la Capilla de la Misericordia.

Este espacio es el que desean que sea destinado a la ampliación del dispensario, pero el espacio también es deseado por el complejo cultural MACBA. Esta disputa se traduce en un CAP que no reúne las condiciones para atender a uno de los barrios con la densidad de población más alta de Barcelona (tal como explicamos en este artículo). Por ello, para hacer presión a la administración y los grupos de la oposición para acabar con una situación de precariedad que dura ya 17 años, las vecinas han entrado, hacia las 11 de la mañana, en la capilla.

Se han agrupado, durante los primeros momentos, unas 50 personas, que se encuentran limpiando el espacio, actualmente en desuso. Debido a la presencia de personas mayores, las tareas de mantenimiento, de momento, se basan en llevar sillas y hacer el espacio lo más cómodo posible, ya que la intención es “aguantar hasta el pleno del Ayuntamiento del próximo viernes – en el que se ha de decidir el destino del CAP “, según la Plataforma.

Conscientes de que el próximo pleno se encuentra a más de una semana vista, los presentes han afirmado que la apuesta de mínimos es aguantar, al menos, todo el fin de semana. En este periodo de tiempo, se contempla utilizar la Misericordia como un espacio para la difusión de la lucha de la Plataforma CAP Raval Nord y la celebración de algunos actos culturales. “Queremos hacer presión de cara al pleno”, aseguraron.

Iñaki Garcia, miembro de la Plataforma, ha declarado a los medios que “no aceptaremos nada que pase por encima de las trabajadoras del CAP, las vecinas o el sentido común”, en referencia a la decisión que se pueda tomar desde el consistorio. En esta línea, ha destacado que “nadie puede entender como prioritaria la ampliación del MACBA” en un barrio que, dijo, “tiene unas condiciones de vida por debajo de la media de Barcelona”.

Pero esta reivindicación de la Plataforma no se enmarca, reitera, en una lucha entre salud y cultura (recuerda que se recogieron 6500 firmas para pedir el CAP en la Misericordia, entre las que se encontraban nombres de artistas y personas del mundo cultural ). “Hartas de esta situación y viendo que no nos lo daban en una votación, lo hemos tomado”.

Por su parte, Nuria Villanueva, enfermera del CAP Raval Norte, asegura que el estado del dispensario “afecta a nuestra función, porque no podemos garantizar una calidad asistencial por el estado del centro”, por lo que el emplazamiento a la Misericordia “no es un capricho”, según añadió Antonia Raya, también enfermera del centro: “es una cuestión de derechos básicos y justicia social”.
Todos los presentes han reiteradoa que no se trata de una guerra contra el MACBA: “necessitamos un CAP nuevo y hubiéramos aceptado cualquier espacio avalado por los técnicos del CatSalut, pero ahora el MACBA ha pasado por encima del barrio”, ha dicho Garcia. “Nos han tocado la dignidad y no puede ser: ahora el CAP debe estar aquí y cualquier otro de los dos espacios que se proponían, para la ampliación del museo”, ha añadido.
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