Alrededor de una quinta parte de las personas que viven en Barcelona tienen más de 64 años. Esta cifra ha ido creciendo desde principios de siglo y ha alcanzado un nuevo máximo histórico durante el 2018, hasta las casi 350.000 personas. Así lo señala el nuevo informe de la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB), que añade un segundo indicador al envejecimiento progresivo de la sociedad: unas 90.000 de estas personas viven solas en su casa. Esta situación afecta mayoritariamente a las mujeres y aumenta progresivamente con la edad.

Estos máximos históricos son debido a una esperanza de vida por encima de los 80 años en hombres y de los 86 en mujeres, pero plantea un reto para la salud pública. De hecho, la salud de las personas mayores no sólo está influenciada por la edad cronológica, sino que se relaciona con su entorno y sus experiencias a lo largo de la vida y durante esta etapa. Por esta razón, conocer las condiciones en que viven y su estado de salud es necesario para desarrollar la estrategia de ciudad de envejecimiento activo y saludable que incluya una visión de determinantes de la salud y las desigualdades.

El informe anual de la ASPB recoge igualmente que, entre las personas mayores de 64 años, el 29,7% de los hombres y el 40,5% de las mujeres llegan a fin de mes con algún grado de dificultad. La soledad, el aislamiento y la falta de apoyo social influyen de manera negativa en la salud y son especialmente determinantes en las personas mayores. La percepción de soledad es superior entre las mujeres: el 16,6% de los hombres y el 30,5% de las mujeres han echado en falta compañía a menudo o algunas veces. Globalmente, las condiciones de vida y el estado de salud de las personas mayores es peor entre las mujeres, que además también presentan un consumo de fármacos más alto.

Durante la presentación del informe explicaron que, por todo ello, el envejecimiento saludable es cada año un reto mayor, que en el caso de la ciudad de Barcelona se enfrenta con la promoción de la salud física, mental y social, la participación en la red de Ciudades Amigas de la Tercera Edad y la mejora de las condiciones de vida.

Descenso de los embarazos juveniles

En cuanto a la salud sexual y reproductiva, el informe anual de la ASPB destaca positivamente la bajada de los embarazos y abortos en las mujeres adolescentes de 15 a 19 años en la ciudad, una tendencia que se observa especialmente en los distritos de Ciutat Vella y Nou Barris. En este sentido, cabe recordar que la ASPB ha impulsado desde 2006 el programa SIRIAN en 16 barrios priorizados por BSaB que ahora mejoran los indicadores. Esta intervención pretende reducir los embarazos no deseados y aumentar los conocimientos sobre contracepción con entrevistas personales de consejo. Se hace con la colaboración de los agentes comunitarios, la atención primaria de salud y social, y los servicios de atención a la salud sexual y reproductiva de la zona. Entre 2017 y 2018 el servicio atendió más de 1.900 mujeres y más de 450 hombres.

En relación con las infecciones de transmisión sexual, mientras en Barcelona el número de casos de VIH y la incidencia del Sida disminuyen, se puede observar también que se mantiene la tendencia al aumento de otras infecciones de transmisión sexual (ITS), particularmente la clamidia, la sífilis y la gonococia. Esta tendencia se observa desde 2015 y es similar a la registrada en otras ciudades de España, Europa y los Estados Unidos. En parte está asociada a las mejoras en la detección y en los sistemas de vigilancia de estas infecciones en los últimos años, pero a la vez refleja un incremento real relacionado con cambios en las conductas sexuales. Por ejemplo, en Barcelona entre el 40% y el 60% de las personas con un diagnóstico de clamidia, sífilis o gonococia en 2018 no habían utilizado el preservativo en la última relación sexual.

Refuerzo de la prevención

En el marco de la Estrategia compartida de salud sexual y reproductiva de Barcelona (ESSIR) se llevan a cabo diferentes acciones dirigidas a prevenir las ITS y dar acceso a métodos preventivos y servicios de calidad. Igualmente, desde la ASPB se llevan a cabo acciones de prevención, vigilancia y control. Entre ellas, la promoción de la salud sexual en las escuelas con el programa Parlem-ne, no et tallis!, la publicación de una guía sobre los criterios de calidad de las intervenciones de educación afectiva y sexual en las escuelas, la prevención y detección de ITS a los Centros de Atención y Seguimiento de drogodependencias (CAS), con talleres de prevención y programas de cribado, y el programa de intercambio de jeringuillas para reducir el contagio por esta vía.

  • Sin embargo, y ante los resultados que demuestran que algunas de estas infecciones mantienen su tendencia al alza, la ASPB reforzará este 2020 medidas de prevención y sensibilización.
  • Campaña de sensibilización: en el marco de la ESSIR se pondrá en marcha una campaña ciudadana de sensibilización hacia las ITS.
  • Promoción de la salud en la escuela: la ASPB continuará impulsando el programa Parlem-ne, no et tallis! para ampliar la cobertura. Durante el 2018, el programa se ha desarrollado en 68 centros de secundaria (el 30% del total), lo que supone que ha llegado a 5.027 alumnos. La cobertura ha sido superior a los barrios en situación más desfavorecida.
  • Prevención combinada con la incorporación de la próxima (Profilaxis Pre-Exposición): La próxima es una herramienta esencial en la prevención del VIH y se presenta como una oportunidad en el control y prevención de las ITS. Con la aprobación de su financiación por el Sistema Nacional de Salud se dispensará a grupos específicos con elevado riesgo de infección por el VIH y se monitorizará el proceso.
  • Ampliación del programa de ChemSex: la Unidad de Enfermedades de Transmisión Sexual de Atarazanas y el Servicio de Atención y Prevención a las Drogodependencias de la ASPB están trabajando para ofrecer un programa piloto de atención conjunta. El programa se ha planteado de forma coordinada con las entidades que ya trabajan en ChemSex e incluirá atención a la drogodependencia, atención a las enfermedades infecciosas y talleres de reducción de daños.
  • Estudio de las parejas sexuales: el próximo año se pondrá en funcionamiento una nueva aplicación para la realización de un estudio de contactos desde el ámbito asistencial, con el objetivo de mejorar la colaboración entre los servicios asistenciales y de salud pública.
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