Una tarde de la semana pasada, mientras bajaba las maletas de un coche en una calle de Barcelona, a Jia Liang Sun-Wang le llamaron: «¡coronavirus!». A pesar de ser barcelonés, vivió en su misma piel el racismo que están sufriendo muchas personas asiáticas debido a la expansión del coronavirus originado en la ciudad china de Wuhan, ahora bautizado como Covid-19.

Jia Liang cree que el aumento de estos casos de discriminación es «un problema internacional». Él mismo explica que su hermana, que ahora vive en Londres, ha recibido malas miradas y bromas de mal gusto relacionadas con el brote de la nueva enfermedad. Por ello, este estudiante de doctorado en el IRB Barcelona decidió sumarse a una iniciativa nacida en Francia para concienciar, a través de las redes sociales, sobre el racismo y combatir la desinformación. Hace diez días, él fue el primero en tuitear #NoSócUnVirus en catalán y se añadía así a los activistas que lo habían hecho en otros idiomas en todo el mundo.

Jia Liang no es el único barcelonés que se ha animado a sensibilizar sobre las discriminaciones que está provocando el miedo al coronavirus. El pasado 1 de febrero, las jóvenes asiático descendientes de Catalunya del colectivo Catàrsi hicieron una acción de denuncia ante el Arco de Triunfo de Barcelona.

Tal y como también han hecho activistas antirracistas asiáticas de diferentes países, las jóvenes barcelonesas hicieron una performance pública en la que leían un poema que denunciaba «el racismo contra la comunidad china que se está legitimando con la situación del coronavirus». De este modo reivindicaban que según ellas «no sólo es importante sino necesario posicionarse frente al racismo y no quedarse calladas».

En el mismo barrio donde se encuentra el Arco de Triunfo, el Fort Pienc, con una gran presencia de vecinos y comerciantes de origen chino, la asociación comercial ha iniciado una campaña de sensibilización – tanto entre sus comercios asociados como de cara al público. Juanjo Peña, Presidente del Eix Comercial del Fort Pienc, explica que hacen «una labor de concienciación, porque si alguien tiene síntomas sepa qué debe hacer», pero recuerda que hoy por hoy «el ambiente es de normalidad». En el ámbito comunicativo, la entidad ha iniciado una campaña en las redes con el lema ‘Bienvenidos! Estamos trabajando para ti’ para poner de manifiesto que hay que mantener la confianza en los establecimientos chinos del barrio.

Discriminaciones invisibilizadas de la comunidad china

La abogada de la Asociación Catalana de Profesionales de Extranjería, Kangyun Xiao, ha iniciado una campaña personal gratuita de asesoramiento jurídico para las personas que hayan podido sufrir racismo a raíz del coronavirus. Xiao plantea que hay mecanismos del derecho que pueden ser útiles para ayudar a parar las actitudes racistas.

Sin embargo, son procesos que a veces pueden ser difíciles. «La comunidad china en ocasiones es muy desconocedora de sus propios derechos» decía la abogada en una entrevista en Betevé, por lo que «no se utiliza suficientemente esta herramienta que el derecho nos da».

Jia Liang cree que el racismo contra las personas chinas y asiáticas en general no es algo nuevo, aunque muchas veces está invisibilizado. «Dentro de la comunidad asiática, todas las personas en algún momento de nuestra vida hemos vivido un acto discriminatorio». Él mismo explica que al inicio de la ESO sufrió bullying, aunque es una situación que, a medida que se ha hecho mayor, ha notado menos.

Coincide con la abogada cuando dice que «de la discriminación a la comunidad asiática aquí no se ha hablado mucho, en comparación, por ejemplo, con la discriminación contra la población latina». El joven cree que esto ocurre porque la gente de este colectivo «no lo denuncia tanto, también por las barreras idiomáticas que tienen».

Combatir las fake news para frenar el racismo

Para hacer frente a este auge del racismo, unos actores clave son los medios de comunicación y las redes sociales. «Muchos medios están exagerando la alarma del coronavirus aunque fuera de China la probabilidad de contagio es muy baja», dice Jia Liang Sun-Wang, que recuerda que no se ha detectado ningún caso de coronavirus en Catalunya, sólo uno en las Canarias y uno en las Islas Baleares. «Se está generando un miedo irracional», añade.

Y es que precisamente, el miedo es «una de las emociones que nos lleva a tomar más decisiones, como reacción casi por necesidad antropológica. Ante una noticia que nos genera miedo, es más fácil que se tome la decisión de compartirla; menudo, por buena intención nos convertimos en difusores de desinformación», afirma Alexandre López-Borrull, profesor de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la UOC.

Para el profesor, a parte de los activistas, es importante que también los científicos y los expertos tengan presencia en las redes sociales para hacer llegar mensajes veraces a la población, por ejemplo, «creando hilos de contexto, dando su opinión y ayudando a desmentir rumores», considera López-Borrull.

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