Catalunya sufrió en 2019 un fuerte incremento del abandono escolar, que ha pasado del 17% hasta el 19%, según los datos facilitados por el Institut d’Estadística de Catalunya (Idescat). Este es el primer aumento de la tasa de abandono que se da en Catalunya desde el 2013. Salvo aquel ejercicio, el porcentaje de jóvenes que dejan los estudios antes de su finalización ha bajado de manera constante desde el punto más alto, que se dio en 2008.

Las estadísticas oficiales muestran también que el impacto del abandono escolar es diferente en chicos y en chicas. En el primer caso pasó de representar un 21,7% en 2018 y se elevó hasta el 24,7% en 2019. En las mujeres pasó del 12,5% de 2018 hasta el 13% del año pasado.

Si se hace una correlación entre la situación económica del país y el abandono prematuro de los estudios se ve que, cuando se produce una mejora, aumenta el número de chicas y chicos que dejan su formación y el mercado laboral. Esto se ve con el repunte experimentado en 2007, en plena euforia económica, cuando muchos jóvenes dejaban los estudios para entrar a trabajar, especialmente en la construcción, que pedía mano de obra con urgencia.

Después, en 2011, se produce otra recuperación temporal de la actividad y vuelve a subir la salida de jóvenes de los estudios reglados. Y la del año pasado es la tercera situación que se puede vincular con la pequeña recuperación que se ha dado en Catalunya y en España. Hay que decir que, mientras tanto, las cuotas de abandono escolar han bajado año tras año.

El dato de abandono escolar prematuro ha sido comunicada por CCOO al Govern de Catalunya en una reunión con el vicepresidente Pere Aragonés, que tomó nota, según fuentes sindicales.

Consultado el Departament d’Educació, considera que el abandono no está vinculado con una sola causa. Pone el ejemplo en el sentido de que incluso puede tener su origen en el inicio de la formación: “puede incidir la etapa de educación infantil, el 0-3. Una etapa de educación infantil rica hace mucho, con estímulos socioculturales … Una familia con riesgo de marginación, junto a una familia que puede hacer a los niños actividades propias de su edad, según algunos estudios, puede suponer una diferencia de 6.000 horas de currículum”.

Sobre la relación entre la mejora económica y la salida prematura de los jóvenes de la época formativa, el departamento indica que “la época del boom económico llevó elementos muy perturbadores, en algunas zonas y en momentos la euforia económica a los jóvenes se les hacía una oferta indigna que los deslumbraba con un pequeño sueldo y dejaban de hacer estudios postobligatorios porque veían el sueldo, la moto, el corto plazo y no veían que detrás de esto no había nada”.

Sin embargo, la Generalitat relativiza la situación al considerar que la evolución en el tiempo ha sido positiva. En este sentido afirma que “ahora estamos en un 19% de abandono, pero hemos mejorado mucho porque partíamos de más de un 33%. Estábamos muy mal”, asegura.

Como valoración global, Educació cree que, a pesar de la evolución del año pasado, “cada vez la sociedad es más consciente de que los puestos de trabajo son más cualificados, más exigentes, necesitan una formación constante y esto lo dan los estudios postobligatorios”.

Los pobres abandonan más

Por su parte, Ricard Bellera, Secretario de Trabajo y Economía de CCOO de Catalunya, constata que “el abandono escolar prematuro afecta más a las personas de origen extranjero ya aquellas que tienen las madres (42,1%) o padres (39,5%) con un bajo nivel de estudios. Es, de hecho, uno de los principales mecanismos de reproducción del estatus socioeconómico, ya que supuso una probabilidad de abandono escolar prematuro diez veces superior en la quinta parte de la población (quintil) más pobre, respecto al quintil más rico”.

Bellera ha estudiado cómo afecta territorialmente el abandono escolar prematuro. En este sentido, afirma que tiene un impacto especial en comunidades con fuerza estacionalidad, como Baleares y Murcia, pero también en Cataluña, y afecta menos en aquellos lugares que, como Euskadi o Cantabria, tienen economías menos expuestas a la temporalidad, y que dedican más recursos públicos a la educación.

El Departament d’Educació hace otras consideraciones desde el punto de vista pedagógico. En este sentido, afirma que “los centros hemos hecho un buen trabajo, tenemos que ir hacia una atención personalizada, no tan rígida ni academicista, porque si no hay alumnos que se descuelgan porque no hay conexión con sus intereses vitales. Por eso hay formas nuevas de trabajo, más por competencias, menos academicistas y con una perspectiva más abierta del currículo. Que se centran más en lo que hacen bien que en lo que les falta, porque si no los hundimos y no tienen estímulos para progresar. Quizás el joven no tiene una visión académica pero sí más habilidades manuales, o artísticas, y por ello tenemos que personalizar. Hay que mejorar en la tutoría “, asegura.

Por su parte, Rosa Villaró, delegada de Formación Profesional de CCOO de Catalunya, tiene opiniones diferentes sobre los motivos del abandono. En este sentido, considera que la tenue bonanza económica no sería la principal motivación del abandono escolar. “Ni que la situación económica fuera negativa, yo creo que se continuaría produciendo” asegura.

Ratios altas y menor orientación

Para Villaró hay que buscar otras razones en que los estudiantes no terminen sus ciclos formativos. Uno de los motivos pueden ser las altas ratios que se dan a la enseñanza media y el bachillerato, mientras que al inicio de la formación hay un descenso en el número de alumnos por aula. “Cuando las ratios son de 30, 35 0 40 alumnos por clase no hay manera de proporcionar una orientación académica adecuada”, reconoce Villaró. También es difícil hacer formación de acompañamiento. Todo ello explica que en estos segmentos se dé un nivel alto de abandono.

Sobre el hecho de que haya una respuesta diferente en cuanto al abandono según el género de los alumnos, Villaró asegura que “contrariamente a lo que se podría pensar, los ciclos formativos están, en sus contenidos muy masculinizados y eso también facilita que sean los chicos los que cuando reciben una oferta de trabajo se vayan “, dice.

Transición complicada

El Departament d’Educació también considera que para los alumnos es complicada la transición de la primaria a la secundaria, la dinámica y el planteamiento son diferentes. Los que arrastran déficits o tienen poco apoyo familiar se encuentran perdidos y a veces se juntan entre ellos y son elementos disruptivos. También influyen las expectativas de las familias y el estímulo y expectativas de los docentes.

Sobre los puntos difíciles en la formación de chicas y chicos, mientras la Formación Profesional de grado superior siempre ha tenido prestigio, la más delicada es la de grado medio. Así ocurre que “hay jóvenes que van al grado medio a hacer un ciclo, ven que es más complicado de lo que imaginaban y abandonan”.

Finalmente Educación tiene detectados tres puntos a mejorar, según admiten. Uno es el salto de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) al Bachillerato, “que es muy traumático”. En este sentido admiten que el sistema está pensado para la franja media de los estudiantes, lo que deja fuera de foco los dos extremos; la franja baja y las altas capacidades. También inciden en el abandono prematuro la repetición de cursos y la segregación escolar. En uno y otro caso se detecta desánimo entre los alumnos, lo que puede desembocar en el abandono de los estudios sin que hayan terminado su ciclo natural.

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1 comentari

  1. Manuel UIloa Cortés on

    El abandono escolar es un problema para las posibilidades de movilidad social. Sobre todo para migrantes, el poder tener una preparación es clave para no estar expuestos a una marginación y exclusión social, justamente que era de lo que venían escapando.