Entre todos los municipios de Catalunya hay cerca 2.500 calles con nombre de mujer. Esto, sin embargo, representa una parte muy ínfima de los más de 100.000 calles censados ​​por la Infraestructura de Dades Espacials de Catalunya: solo un 2,5%. Muchos de estos nombres propios femeninos, además, están relacionados con figuras del cristianismo. De hecho, el nomenclátor catalán incluye al menos 451 santas, 172 vírgenes, 97 madres de Dios y 44 nuestra señoras – siendo la de Montserrat es la más presente, con 86 apariciones en el nomenclátor.

Más allá de la religión, las mujeres que cuentan con más calles dedicadas a ellas son escritoras: Mercè Rodoreda pone nombre, como mínimo, a 128 calles, plazas o pasajes de toda Catalunya; Montserrat Roig, a 102; y Maria Aurèlia Capmany, a 81. Aunque estan muy lejos, sin embargo, los hombres con más calles dedicadas, que son el músico Pau Casals (397), el filólogo Pompeu Fabra (260) y el dramaturgo Àngel Guimerà (2019).

Estas cifras son las que se han podido listar hasta ahora en el nomenclátor CarrersDones, un mapa colaborativo que impulsó el Institut Català de les Dones (ICD) para que los municipios y la ciudadanía identificaran las calles con nombres de mujer de sus localidades. Esta herramienta, que se desarrolló en colaboración con el Institut Cartogràfic de Catalunya (ICC), tiene el objetivo de visibilizar y prestigiar la figura y las aportaciones de las mujeres y al mismo tiempo «promover que haya interés de los entes locales para incrementar el número de calles dedicadas a mujeres».

Un objetivo similar persigue el proyecto Las calles de las mujeres, impulsado por GeoChicas, un grupo de mujeres de América Latina y España que participan en la construcción de OpenStreetMap, un mapa digital del mundo creado de manera colaborativa. También se trata de una herramienta digital que cuenta varias calles llevan nombres femeninos y cuántos masculinos en ciudades seleccionadas (Barcelona, ​​Badalona y Girona, en el caso de Catalunya) y, al mismo tiempo, enlaza las calles de mujeres en sus biografías en Wikipedia. Con este proyecto quieren «hacer énfasis en la importancia de recordar a las mujeres, sus luchas y logros a través del espacio público y digital».

Tanto en la herramienta del ICD como la de GeoChicas han encontrado 179 calles con nombres de mujer en Barcelona, ​​de las cerca de 4.300 calles que tiene la capital catalana, lo que significa que menos del 5% del nomenclátor es femenino. En Las calles de las mujeres, además, han encontrado 911 calles con nombres masculinos. Esto representa que, de las calles con nombre de persona, personaje o figura, el 84% son hombres y el 16% restante, mujeres.

Cómo es la representación femenina en el espacio público

Más allá del nomenclátor, la figura de la mujer está presente en muchos más ámbitos del espacio público; por ejemplo, en esculturas, paneles publicitarios, escaparates o arte urbano. Desde el Observatori de les dones en els mitjans de comunicació, una asociación de una treintena de municipios que cuenta con la gestión técnica de la asociación Drac Màgic, han querido ir más allá y analizar, no solo si la mujer tiene presencia en el espacio público, sino como aparece.

«La representación femenina en el espacio público y la vivencia de las mujeres en las calles era un tema que ya se estaba trabajando en muchos municipios, y nosotros queríamos acompañar esta preocupación», explica Raquel Marcas, coordinadora de proyectos del Observatori. Por ello, a través del proyecto Comunicació i espai públic: el punt de vista de les dones, diferentes artistas visuales recorrieron las calles de quince municipios catalanes, la mayoría del área metropolitana, para hacer un diagnóstico de las representaciones de las mujeres, sobre todo en relación con su trabajo.

A partir de lo que han podido capturar durante este mapeo, han creado un banco de imágenes que han llamado Des-memòria del treball de les dones a l’espai públic, que pone énfasis en la invisibilización que ha habido de la mujer como trabajadora. «Parece que las mujeres hayan empezado a trabajar hace dos días, pero hace mucho tiempo que están presentes tanto en el trabajo remunerado como el no remunerado, tanto en las fábricas como haciendo el trabajo de cuidados y del hogar», explica Marques.

Un ejemplo muy claro lo han encontrado en Sant Adrià del Besòs, donde el artista Alba Villarmea ha podido contrastar el poco rastro que queda del trabajo de lavanderas, labradores, trabajadoras domésticas u operarias de fábricas textiles que hicieron trabajo durante años en la ciudad. «No hay ni placas conmemorativas ni paneles informativos del trabajo que allí se realizaba», dice Villarmea. Curiosamente, sin embargo, en un lavadero que todavía existe en una plaza de la ciudad, lo que sí hay es una escultura que recuerda a Monserrat Roig.

Cuando la mujer aparece, sin embargo, a menudo es de forma estereotipada. Maider Fernández Iriarte pone el ejemplo de la imagen corporativa del mercado del Masnou: una mujer con delantal. «Podemos relacionar esta imagen con quien nos atiende pero también con quien compra, las amas de casa», dice el artista, lo que «genera una relación directa entre las compras para el hogar y las mujeres».

En la publicidad, sin embargo, es donde encontramos la representación femenina más estereotipada en las calles de nuestras ciudades y pueblos. Las imágenes de una gasolinera de Barcelona son de mujeres con la frase «Por tí, paso mil noches en vela», mientras que en las que aparecen hombres, estos se relacionan con mensajes de motor, fuerza y ​​libertad.

Paralelamente, el proyecto del Observatori ha involucrado grupos de mujeres y jóvenes en diferentes pueblos y ciudades. Han hecho un proceso participativo para analizar mensajes y representación femenina en las calles. El grupo de Cornellà de Llobregat, por ejemplo, concluyó que faltaban nombres de mujeres en las calles de su municipio, sobre todo de mujeres miembros de su tejido educativo y que han sido emblemáticas. Por ello, decidieron pasar a la acción y rebautizar algunas calles de Cornellà añadiendo la biografía de estas mujeres a las placas.

Una vez concluida la fase de diagnóstico del proyecto, varias concejalas y técnicas de los municipios implicados se encontraron para valorarlo. «Uno de los temas que salió muy fue la falta de referentes», explica Marques, «cuesta visibilizar las mujeres migrantes, por ejemplo». Y añade que, «aunque hay mucha llamamiento a que las mujeres sean visibles en diferentes espacios, todavía hay muchas ausencias y se siguen reproduciendo los mismos estereotipos».

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1 comentari

  1. Molt interesant e informatiu, de vegades quan veiem els safareigs múltiples, no pensem la d’hores que s’han passat les dones rentant a la roba dels seus.

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