Durante las primeras semanas desde la declaración del estado de alarma, las donaciones de sangre se redujeron un 40%. Lo que a primera vista podría parecer alarmante, sin embargo, no fue realmente un problema. A la vez que bajaban las donaciones, las necesidades de este producto en los centros sanitarios también llegaron a caer a la mitad.

«Durante el pico de la pandemia vimos como los hospitales estaban prácticamente ocupados por pacientes con la Covid-19, lo que supuso que se dejaran de hacer las intervenciones quirúrgicas no urgentes que requieren transfusión de sangre», dice Enric Contreras, director asistencial del Banc de Sang i Teixits.

La sangre es un producto biológico que caduca, es por eso que no se puede almacenar muchos días y hay que ajustar la oferta y la demanda – las donaciones de los ciudadanos y las necesidades de transfusión de los hospitales, en este caso. Si en una situación normal se necesitan entre 800 y 1000 donaciones al día, durante la crisis la necesidad bajó a 400.

«Desde el Banc de Sang nos encargamos de garantizar que todos los pacientes que lo necesitan tengan sangre, pero que el producto no se estropee, para que no haya despilfarro», explica Contreras. Durante los últimos meses, a pesar del aplazamiento de la gran mayoría de operaciones y la reducción de los accidentes, hay personas que han seguido necesitando sangre y sus componentes.

Es el caso de pacientes con cáncer, que necesitan plaquetas para su tratamiento, o personas que tienen problemas con la fabricación de sangre. Además, aunque la Covid-19 no requiere componentes sanguíneos para su tratamiento, un 25% de la sangre estas semanas se ha destinado a pacientes con esta enfermedad, ya que a la vez tenían otras patologías que lo requerían.

Más actividad hospitalaria, más necesidad de sangre

Si bien durante los meses más duros de la pandemia se ha conseguido toda la sangre necesaria, ahora la situación empieza a cambiar. El director asistencial explica que, mientras el nivel de transfusión ya es igual que antes de la llegada de la Covid-19, porque los hospitales vuelven a la actividad habitual, las donaciones no se han recuperado de la misma manera.

«Volvemos a necesitar el mismo número de donaciones que antes y nos está costando, porque el confinamiento también ha dificultado y dificulta la donación», dice Contreras. Ya no se pueden desplazar con sus autobuses medicalizados por falta de espacio en el interior que garantice la distancia de seguridad, y también han tenido que anular muchas campañas por el cierre de empresas, facultades y espacios públicos.

Además, ahora se suman las dificultades añadidas para contactar donantes con las nuevas fases de desconfinamiento. «Durante las primeras semanas, cuando llamabas a un donante, enseguida podía ir al hospital; pero ahora la gente ya no está siempre en casa», dice Contreras. «Queremos agradecer a los donantes que han seguido viniendo durante este tiempo porque su civismo nos ha ayudado a garantizar las reservas de sangre, pero pedimos un esfuerzo para mantenerlas», añade.

Desde el Banc de Sang también se muestran preocupados por si los hospitales deciden, no sólo recuperar la actividad habitual, sino subir el ritmo para secar las listas de espera que se han engordado durante los meses de confinamiento. «Nosotros tenemos acceso a programación quirúrgica de los hospitales y podemos prever la sangre que se necesitará», dice el director asistencial, pero necesitarán la colaboración ciudadana, sobre todo en un mes tan complicado como agosto.

Dar sangre en tiempos de coronavirus

Para continuar recibiendo donaciones durante estos meses, el Banc de Sangr ha aplicado una serie de cambios. «Nos hemos tenido que reinventar», dice Contreras, «no queríamos que el donante viniera a donar sangre de forma espontánea, porque no podemos permitir que se acumule gente en los lugares de donación». Por ello, han creado un sistema de cita previa a través de la web, una fórmula que intentarán mantener de ahora en adelante.

Abans de cada donació, es pren la temperatura del pacient | Foto: Jordi Play (Banc de Sang)

En los espacios de donación, que se han concentrado en los puntos hospitalarios, otras medidas preventivas han sido tomar la temperatura de los donantes antes de entrar, darles mascarillas si no la llevaban, hacerles lavarse las manos, usar un bolígrafo unipersonal para llenar el formulario con sus datos y separar las literas a dos metros de distancia.

En el tratamiento de la sangre donada, en cambio, no se ha alterado el procedimiento. No se debe hacer, por ejemplo, ningún análisis específico de la sangre porque la Covid-19 no es una enfermedad que se transmita por la sangre. «Hasta el día de hoy no se ha encontrado ningún caso», explica Enric Contreras. Sin embargo, piden que si se tiene la Covid-19 o se han tenido síntomas, estén 28 días sin donar. Es lo mismo que recomendarían a alguien que se notara griposo, aunque el hecho de tener la gripe no sea peligroso para la donación de sangre.

Donación de plasma para la investigación

Aunque aún no hay una cura efectiva para la Covid-19, «una posibilidad de tratamiento que hay es usar plasma de pacientes que han superado la enfermedad porque tienen anticuerpos», dice Contreras. Por ello, desde el Banc de Sang han puesto en marcha una campaña de donación de plasma de pacientes que hayan pasado el virus, a quienes se les haya hecho una prueba diagnóstica, y que lleven más de 14 días sin síntomas.

El plasma recogido se utilizará para administrar en pacientes en el marco de diferentes estudios clínicos para poder evidenciar que es un recurso terapéutico válido para superar la enfermedad. En este caso, sí que habrá un cribado médico previo por parte de los profesionales del Banc de Sang para comprobar que cumple con las condiciones buscadas.

El donante óptimo de plasma convaleciente de Covid-19 es un hombre de entre 18 y 65 años que no haya sido transfundido previamente. En el caso de las mujeres, habrá que hacer una prueba previa, ya que, si han estado embarazadas, podrían tener un anticuerpo en el plasma que podría provocar una complicación en la transfusión.

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