Una cavidad como indicio. Con eso terminaba la semana pasada en mi búsqueda de intuiciones del torrent de Parellada. No iba mal encaminado fijándome en ese hueco de la calle Sócrates, mostrándome la senda del curso fluvial, o más bien su fósil tras decretarse sobrante esa parcela entre Sócrates, Monges, Pare Secchi y Abat Odó, adquirida en 1945 por Francisco P. Gambús, algo refutado tres años después, cuando la misma Gaceta Municipal concreta esos terrenos para las hermanas Torras y Pagés.

El desmantelamiento del viejo torrente siempre es una poesía muy fin de siècle entre la naturaleza y lo inevitable de urbanizar desde el raciocinio y la especulación. Lo primero aquí debe vincularse a lógicas purísimas para evitar desbordes en jornadas de aguaceros, fomentar campañas sanitarias municipales antes de la agregación a Barcelona, como la dirigida por Larroca en 1893 con el fin de limpiar el arroyo, y aprovechar el propietario de hectáreas colindantes, Francesc de Parellada, la ocasión para ganar dinero al urbanizarlas.

tramo del torrent de Parellada entre la calle de les Monges i Abat Odó | Jordi Corominas

Otros pasos para esa expulsión de la superficie advino en 1907, clave entre instalación de cloacas y aprobar desviar sus cauces, rebajados con anterioridad a la altura del actual carrer gran de Sant Andreu, entonces Casanovas o Casasnovas, esto último en función del humor del tipógrafo de turno.

1909 inauguró la secuencia de su agonía. Lo sabemos por una nota increíble por la construcción de un caminito temporal para propiciar la salida de frutas y hortalizas de los señores Cortada e hijos de J. Mateu. El original estaba cortado por la proyección en marcha de una colectora a lo largo del torrent de Parellada para dar desagüe al alcantarillado de Sant Andreu. Además, este avance debe vincularse a otros dos puntos calientes: era una vía de comunicación imprescindible para enlazar el pueblo con la ciudad y asimismo colisionaba con la más reciente conexión del entorno con la misma: el apeadero de San Andrés Arenal.

En 1917 se empiedra. Al año siguiente se presenta su primer plano de replanteo, y durante esas mismas fechas tres tuberías de acero asfaltado dejan libres de servidumbre sus meandros contiguos al carrer de Sócrates, asesino directo al crecer y engarzar su protagonismo con la reforma del Ensanche de Sant Andreu y Sant Martí de Provençals. La disminución del torrente era el vuelco de su balanza hacia Sócrates, y esa sospecha entre dos edificios debía conducirme a un rastro suyo.

Este aparece tras dejar atrás Sócrates y pisar el carrer de les Monges. A pocos metros se produce un cortocircuito de la monotonía o una adecuación del presente con el pasado. Monges quiebra la harmonía de su paso, abriéndose en vertical. Esta peculiar caja puede leerse en los mapas de hoy en día, donde sin embargo carece de identidad, algo desmentido porque en sus dos sectores una placa lo denomina torrent de Parellada.

Tramo del torrente del Parellada superviviente a un mapa de 1931. Fuente Instituto Cartográfico de Cataluña

El último párrafo es la consecuencia de todas las preguntas surgidas una vez lo vi y cavilé su pertenencia al torrente. En ese instante, preludio inconsciente a la investigación, su sección superior me recordó a esa solución de los años cincuenta de plazas interiores, modestos interiores de isla con salida a la calle, en el Congrés, Torre Llobeta o el Poblenou. Quizá el arreglo de 1948 se adaptó a esas tendencias en ciernes. Otra alternativa, más apetitosa es contemplar el conjunto como la continuación del recorrido fluvial.

En fin. La guinda para este episodio está en el pasajito inferior. Aguas de Parellada. Azules por la pintura y cortadas de cuajo, al fondo. Para reincidir en la caza de esa sombra debo dar media vuelta y retomar Sócrates hasta Gran de Sant Andreu, donde en una casa modernista hay un bomba incrustada en su fachada, artefacto conservado cuando la vivienda cambió de estilo al ser un souvenir de la revuelta de la Jamància y la operación contra Sant Andreu, capitaneada por Joan Prim en 1843.

Aguas de Parellada | Jordi Corominas

Esa finca, vistosa incluso porque en apariencia el acceso a los pisos es por la carnicería de los bajos, es un confín más. El carrer Gran une y divide, prominente en la cotidianidad y casi impoluto en la simulación de una avenida de arriba abajo.

Antes de este limes el paseo nos brinda secundarios de lujo, migajas de Hansel y Gretel hilvanadas con ese alud de torrenteras y el rec comtal, cuando alimentaban masías como Cal Joanet, en la esquina de Abat Odó con Neopatria, rozándose con la trayectoria del Parellada. Su cuerpo sobresale del resto, enclavado en un ángulo ventajoso si desnudamos la concentración edilicia posterior y plasmamos su ubicación privilegiada para integrarse en ese ambiente aún rural, donde Parellada era uno de sus mayores alfa y omega.

masia de Cal Joanet | Jordi Corominas

Ese Et in Arcadia Ego de antaño fue desvaneciéndose y su antípoda triunfó. En 1929 las hilaturas Fabra i Coats obtuvieron la concesión de una manzana industrial limitada entre Gran de Sant Andreu, carrer de Sant Adrià, Torroja, Otger, Balarí y el torrent de Parellada, hastiado de tanta intermitencia, divorciado de sí mismo por el ladrillo y el textil.

Para introducirme en esta última rémora de la corriente en Sant Andreu desciendo por Ramón Batlle y sigo por Peronella, una burbuja de tranquilidad tanto por el equilibrio de sus hileras de casas como por su contraste con el bullicio del carrer Gran. Aquí Parellada es perfecto e invalido, hermoso desde su irregularidad y resistencia a claudicar, nulo por no respirar, siempre capado por barreras, como si nadie lo quisiera en la configuración definitiva del rompecabezas, y aun así permanece.

Share.

No hi ha comentaris

  1. Edith Solis. on

    Maravillosa explicación, quedé asombrada con tal secuencia, muy bonito relato y Angelina quedo maravillada.
    Me pidió le hiciera copia para ella.
    Es Sant Andreu en 3 de toda la vida.

  2. No puedo identificarme como “sobreviviente del VIH” porque no estoy sobreviviendo. He conquistado la batalla del VIH con alternativas naturales. He derribado los muros del estigma, he luchado contra la discriminación, he superado los rechazos y las críticas. Han sido 12 años de Victoria, bajo la supervisión del Doctor Muna Remedies. Si puedo encontrar cura, consuelo y curación con los productos herbales naturales del Doctor Muna, cualquier persona con enfermedades crónicas o infecciones virales también podrá curarse. marvelspelltemple@gmail.com merece difusión para el público en general, Whatsapp +2347035449257

Leave A Reply