
Soy lesbiana. Que yo recuerde, lo he sido siempre. Pero durante los 28 primeros años de mi existencia luché con todas mis fuerzas para no serlo. Sin mucho éxito, también tengo que decir. No lo intentes, no funciona. Yo puse en mute mi deseo porque quería ser normal. ¿Pero de dónde había sacado yo que ser lesbiana no era normal?
- Los adultos me preguntaban sistemáticamente si tenía novio. De mí no se esperaba otra cosa que no fuera la heterosexualidad. En mi marco mental no había otra opción posible y con los años fui aprendiendo la lección: las niñas nacemos, crecemos, nos reproducimos con hombres, cuidamos de los hijos y la casa y morimos.
- Ser lesbiana significaba ser fea y masculina; y yo no quería ser ni lo uno ni lo otro. Gracias, falta de referentes, para hacer que no viera nunca demasiado lesbianas; ni en pantalla (Diana de Siete Vidas y para de contar)
ni en la vida real.- Yo quería ser una princesa y todas las de Disney eran, sorpresa, heteros. Todas eran guapitas (era por su belleza que gustaban a todo el mundo) y todas tenían un objetivo clarísimo: conseguir casarse con un
maromo.
- Yo quería ser una princesa y todas las de Disney eran, sorpresa, heteros. Todas eran guapitas (era por su belleza que gustaban a todo el mundo) y todas tenían un objetivo clarísimo: conseguir casarse con un
- Suficiente bullying me hacían en la escuela como para permitirme el lujo de disidir. Con una orientación sexual no-normativa, además. Especialmente una que comportaba renunciar a la aprobación masculina. Si siendo normal me costaba sentirme aceptada, hacerlo siendo bollera era Misión imposible.
Y así fui creciendo. Con un póster y 28 fotos de Chenoa colgados dentro del armario (oh, the Irony) de mi habitación porque mi madre no me dejaba colgarlo en ningún otro lugar. Hasta que un día vi que no pasaba nada por ser lesbiana. Que no me hacía falta ser normal ni gustar a todo el mundo. Mucho menos a costa de mi deseo. Lo digo así tal cual, pero no fue nada fácil. El room escape más difícil de mi vida. Si este mes de la Liberación LGTBI queréis sumar, no presupongáis la heterosexualidad de nadie; y aún menos la de las criaturas.



2 comentaris
soy bollera
Hola, soy Ana
tengo 14 años, soy lesbiana pero deseo no haberlo sido nunca ojala ser normal como las otras personas