Un diagnóstico de cáncer es un evento de gran impacto en la vida de las personas. Confronta al paciente con la vulnerabilidad y produce la aparición de miedos e incertidumbres, circunstancias que pueden generar diversos grados de estrés y malestar emocional. En este sentido, los hospitales, cada vez con más frecuencia, impulsan políticas de humanización con modelos de atención integral que velan por el bienestar emocional de los pacientes y que van más allá del tratamiento médico.

Una de estas estrategias para mejorar la calidad de vida de los pacientes de cáncer es la arteterapia. La arteterapia es una disciplina que propone un espacio de encuentro con uno mismo, donde poder dialogar con diferentes lenguajes artísticos, con el fin de facilitar al paciente un canal de comunicación y expresión de sus emociones. Ya sea a través de la pintura, la cerámica, la escritura o la música, el paciente puede conectar con emociones que quizás no ha sido capaz de expresar verbalmente.

«El diagnóstico de cáncer representa un antes y un después en la vida del paciente. De repente, todo cambia, y se enfrentan a una enfermedad que lleva acompañado el estigma de la muerte. En ese momento, necesitan reubicar su vida. La arteterapia da pie para trabajar aspectos emocionales o vivenciales a partir de las artes plásticas u otras manifestaciones artísticas y es una herramienta que puede ser muy potente y beneficiosa para los pacientes durante todo el proceso oncológico», considera la Dra. Begoña Mellado, oncóloga del Hospital Clínic de Barcelona.

Un estudio multicéntrico

El Hospital Clínic lleva años ofreciendo a sus pacientes este tipo de terapia y, desde el año pasado, participa, junto con otros hospitales, en ATANDEC, un estudio multicéntrico impulsado con el objetivo de evaluar si la arteterapia es una intervención efectiva para ayudar a las personas con cáncer a disminuir sus niveles de ansiedad y depresión, así como mejorar su calidad de vida. El estudio está impulsado por la Fundación Nous Cims y, aparte del Clínic, cuenta con la participación de otros centros como la Fundación Kālida Sant Pau, la Fundación Althaia, el Consorcio Sanitario de Terrassa y tres centros del Instituto Catalán de Oncología (Instituto ICO Hospitalet, ICO Badalona e ICO Girona).

Iolanda Pujol, arteterapeuta y coordinadora del estudio, explica que la arteterapia es un «acompañamiento muy respetuoso y libre que propone al paciente identificar, a través de diversos materiales y expresiones artísticas, lo que le está ocurriendo en ese momento». «Es un espacio de investigación donde los pacientes exploran su capacidad creadora y realizan un recorrido personal por sus vivencias», añade.

La muestra de pacientes que participa en el estudio está dividida en dos grupos: un grupo formado por usuarios que reciben la atención habitual prevista en el seguimiento de las personas con cáncer, y a los que se les ofrecerá participar en los talleres una vez finalicen la su colaboración; y un grupo que participa en las doce sesiones de arteterapia guiadas por especialistas. De esta forma, se pueden analizar los resultados de cada grupo de usuarios y valorar la efectividad de esta terapia.

Las sesiones de arteterapia están divididas en tres etapas. Se comienza por un primer contacto, en el que se habla de las inquietudes de los participantes. A continuación, se lleva a cabo una propuesta encaminada a la producción artística, ya sean artes plásticas, expresión escrita, música, expresión corporal o teatralización. La última parte de la sesión se dedica a la reflexión, en la que se ponen en común las vivencias que se han experimentado, poniendo palabras, dialogando con el arteterapeuta y encontrando nuevos significados en las emociones sentidas.

Una experiencia compartida

Víctor Duran es uno de los 432 pacientes de cáncer de toda Cataluña que ha participado en este estudio. Fue diagnosticado de cáncer de próstata a finales del 2017 y, aunque después de un tratamiento de radioterapia estaba aparentemente curado, a finales del 2020, en uno de los controles rutinarios, le detectaron metástasis en el pulmón. «Cuando me dieron la noticia fue muy duro. Hasta entonces el tratamiento había ido bien, incluso me había reincorporado al trabajo. Tenía secuelas de la radioterapia, pero estaba bien. Pero cuando me dijeron que había hecho metástasis pulmonar… las cosas se ven de otra forma», relata. Tras un primer tratamiento de quimioterapia, que no funcionó, este mes de enero ha iniciado otro.

Ante este duro diagnóstico, Víctor acudió a la Fundación Kálida, un centro de apoyo para personas con cáncer situado en el recinto del Hospital de la Sant Creu y Sant Pau. «Pensé que me iría bien tener contacto con otros pacientes y contar con un apoyo externo que mejorara mi situación anímica para afrontar mejor mi enfermedad», dice.

Tras hacer uso de varios servicios de la Fundación, decidió participar en las sesiones de arteterapia que ofrece la entidad. «Al principio no sabía muy bien dónde me metía, pero ha sido muy interesante. Me ha ayudado a estar mejor anímicamente. Cuando estás buscando una expresión artística de tus sentimientos, estás apartando de tu cabeza toda la problemática que comporta la enfermedad, lo que me ha servido para evadirme y desconectar», explica. «Además -añade- he podido aprender mucho de los compañeros y compañeras y he disfrutado mucho de este acompañamiento».

La Fundación Kālida ofrece sesiones puntuales de arteterapia y, además, el taller en formato curso que dura tres meses, con un total de doce sesiones en las que participan grupos de entre seis y ocho personas. Debido a la pandemia, se ha pasado al formato online, para minimizar riesgos en un colectivo especialmente vulnerable ante la infección por coronavirus.

«El feedback que recibimos de los pacientes de cáncer es muy positivo», explica Ana González, psicoóncologa de la Fundación. «Es muy interesante que sea en grupo porque, aunque cada uno realiza un trabajo individual, hay resonancias personales entre unos y otros. Casi todas las actividades que hacemos son grupales, ya que compartir el espacio con otros pacientes que están pasando por el mismo proceso y reconocerse les ayuda mucho. Les hace normalizar su situación y aceptar sus sentimientos», sostiene.

Share.

No hi ha comentaris

  1. María Soledad Orrego García on

    Me pareció interesantísimo!!!!,soy arte terapeuta chilena, y en nuestro país, aún es desconocido y no está integrado oficialmente en los servicios de salud. Me encantaría saber más de sus experiencias y de los resultados de la investigación, eso ayudaría a mostrar evidencias de la validez y eficiencia del arte terapia, tanto en esta enfermedad como en muchas otras.