La cooperativa Impulsem trabaja en el ámbito de la formación y la inserción laboral y, dentro del área del éxito educativo, está la Escola d’Aprenents (Escuela de Aprendices). “Es un proyecto que tiene como objetivo diseñar adaptaciones curriculares para motivar el aprendizaje del alumnado. Los talleres que desarrollamos son de diferentes especialidades profesionales: tenemos carpintería, textil, joyería, cocina. Lo que hacemos es que, aquello que se tiene que aprender en el aula de una forma muy curricular y muy académica, se haga con un aprendizaje mucho más significativo y experiencial para el alumnado, de forma que lo motive”, explica la coordinadora de programas de Impulsem, Vanessa Cayuela.

La Fundación por el Deporte y la Educación de Barcelona (FEEB), fomenta la cohesión social y la igualdad de oportunidades de jóvenes, niños y adolescentes a través de una práctica deportiva de calidad y generadora de valores. “En sus proyectos, como Convivim esportivament (Convivimos deportivamente), a través del programa estructural de transmisión de valores, lo que hace es trabajar para que los participantes adquieran una serie de herramientas, capacidades y habilidades para la vida, que sirven para que mejoren la autoestima, la confianza y para que aprendan a ser personas más responsables”, señala el jefe de proyectos, Fede Kuffer.

Desde Punt de Referència, acompañan a personas jóvenes tuteladas y extuteladas en su proceso de emancipación. “Mediante el proyecto Atenea acompañamos a jóvenes de entre 15 y 23 años que están cursando estudios postobligatorios. A través de una relación de mentoría individual, de un espacio de apoyo al estudio y unas actividades grupales para trabajar sus competencias, acompañamos a los jóvenes en su itinerario formativo. Los principales beneficios de participar en Atenea son una mejora del rendimiento académico y un mantenimiento de la motivación dentro de los estudios”, resume Mariona Sementé, educadora y técnica de la entidad.

Como representante de Salesians Sant Jordi (SSJ), Cristina Páez, jefe de proyectos de la Unidad de Escolarización Compartida (UEC) Martí Codolar, destaca la atención a “jóvenes de 14 a 17 años que, por alguna razón, no han podido seguir su nivel de aprendizaje en su instituto o escuela de referencia y los derivan a la UEC, que es un espacio más pequeño y más especializado donde trabajamos, no solo los aprendizajes educativos, sino que también los acompañamos en su proceso de crecer como persona. En el momento de la acogida, intentamos establecer un vínculo afectivo para que el joven encuentre sentido a asistir a la UEC”.

La fundación Adsis acompaña a adolescentes y jóvenes y, dentro del proyecto Passwork, acoge, orienta, acompaña y forma a jóvenes que han abandonado prematuramente el sistema educativo. Tal como resume la directora de la entidad en Barcelona, Maria Iglesias, “estos jóvenes requieren de grupos pequeños, de no más de 15 alumnos. Requieren de una tutorización y de un acompañamiento permanente durante todo su itinerario. Y ofrecemos itinerarios muy a medida, es decir, combinamos lo que podrían ser programas de formación e inserción, más certificados de profesionalidad, más formaciones a medida, construimos con cada joven lo que el joven puede necesitar y puede querer”.

La fundación Comtal promueve la educación y la inserción laboral de niños, jóvenes y familias en situación de vulnerabilidad. Maria Abella, educadora de la Escuela de Segunda Oportunidad, indica que “es un modelo que pone al alumnado en el centro, y lo hace protagonista de su proceso educativo, tratando de conseguir un sistema educativo más equitativo y más justo para todo el mundo. Las metodologías que se usan para conseguir esto son grupos reducidos, un acompañamiento integral y muy personalizado al alumno”.

Desde la cooperativa Colectic, Arnau Rodríguez, educador del área de Educación y Acción Comunitaria, destaca que el ocio educativo es “un espacio de aprendizaje, un espacio donde compartir vivencias, conocimientos, herramientas, desde donde trabajar en red, desde donde facilitar en todas las personas aquello necesario para poder desarrollarse a nivel personal y colectivo, y sobre todo experimentar. Experimentar desde la fotografía, la producción musical, el video, la impresión 3D, el diseño… Todo vale, y eso está muy bien. Espacios abiertos que permiten prepararnos, para recuperar, para reengancharnos en el mundo de la educación”.

El ‘I Foro de abandono y trayectorias educativas en la ciudad de Barcelona’ está dividido en tres bloques: ‘Los efectos de las desigualdades en el abandono y las trayectorias educativas en la ciudad de Barcelona’, ‘¿Qué estamos haciendo para luchar contra el abandono educativo en Barcelona?’ y ‘¿Qué más podemos hacer desde el ámbito local para luchar contra el abandono educativo?’

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