“Avisa cuando llegues a casa”. Es la frase con que habitualmente Leyre se despide de sus amigas cuando salen por la noche. “Es una vergüenza que todavía estemos así, que antes de ir a dormir mires el móvil para saber si ha llegado bien o no”, comenta con Julia en la manifestación en el centro de Barcelona contra las violencias machistas. Julia lleva una pegatina en la chaqueta que dice: “No quiero hacer ver que hablo por teléfono cuando vuelvo suela a casa”, y explica por qué ha escogido esta reivindicación: “Hacer ver que estás hablando por teléfono es un recurso que tenemos, que demuestra que no nos sentimos seguras”, remarca Julia.
Las dos coinciden en que este 25 de noviembre, Día internacional para la eliminación de la violencia contra las mujeres, hay muchos motivos para salir a la calle, igual que todos los días del año, pero en una jornada internacional esperan que las demandas ciudadanas se escuchen en las altas esferas, puesto que si no hay leyes y gobiernos que hagan justicia, aseguran, lo que hay es violencia institucional.
Miles de personas se han manifestado desde el paseo de Gràcia esquina con Diagonal y han ido bajando hasta llegar a Gran Via al grito de “Mujer, vida, libertad”, “Viva, viva, viva, la lucha feminista”, “Ni víctimas ni pasivas, mujeres combativas”, “No me mires, únete”, “Obreras y estudiantes, unidas y adelante”, “Somos esenciales, con sueldos miserables”.

Maria Antònia, Elena, Isabel y Xedes hace décadas que son asiduas a este tipo de marchas. Creen que, una vez más, es importante acudir a esta manifestación “porque todavía hay mucho trabajo que hacer y para que se vea que estamos. La victoria será el día que no haga falta que vengamos”, asegura Maria Antònia. Tienen opiniones diferentes sobre si ha cambiado mucho o poco el feminismo en los últimos años, pero en una cosa sí están de acuerdo: “Se ha roto el silencio”, más allá que de haya más jefes hombres que mujeres y de las terribles cifras oficiales sobre feminicidios.
Alba, Javi, Albert y Joan Carles militan en las juventudes de un partido político. Cuando se les pregunta por qué han venido, Alba contesta rápidamente: “Los casos de violencia machista no hacen más que aumentar y no queremos más invisibilización”. Afirman que desde la política se tiene que colaborar en hacer mejores leyes para proteger a las mujeres y que, en general, se tiene que crear más conciencia social también desde las escuelas, la familia, los amigos, las redes sociales y los medios de comunicación.
Salah y Rosa son pareja desde hace años. Coinciden en que todas las violencias son rechazables, pero si encima son contra personas en situación de vulnerabilidad, “todavía lo son más”, dice él. “Hay falta de respeto y de consideración”, subraya ella.

Los carteles reivindicativos durante la manifestación han sido de lo más variados, recordando que no hay una violencia, sino muchas, tal como señala el manifiesto que este año han preparado las entidades de Noviembre Feminista, un espacio de confluencia de Can la Dona. Desde asesinatos y acoso sexual hasta violencia obstetricia, vicaria y laboral.
Detrás la pancarta principal, “Ocupemos juntas las calles. Contra las violencias machistas”, se han leído numerosos mensajes: “Basta de feminicidios, ni una menos”, “Ley de extranjería. Violencia machista”, “La infancia también es víctima de la violencia machista”, “No más muertes”, “Ni una menos”, “Si tocas a una, respondemos todas”, “El silencio no te protegerá”, “No quiero ser valiente, quiero ser libre”, “No nací mujer para morir por serlo” o “Contra el terrorismo machista autodefensa feminista”.
Antes de acabar la movilización, cinco mujeres de entidades diferentes han leído el manifiesto, que reclama actuar para conseguir una justicia feminista: “Acusamos al sistema patriarcal en su conjunto, unas relaciones comunitarias basadas en estructuras de poder establecidas socialmente, que sostienen situaciones de desigualdades y que legitiman todas estas violencias patriarcales hacia las mujeres. Acusamos a las instituciones públicas que, lejos de hacer una atención integral feminista que garantice la prevención, protección y reparación, ejercen violencia institucional y mantienen y agravan las violencias machistas”.
“Actuamos para conseguir la construcción de unas relaciones sociales más justas y equitativas entre las personas y la reparación simbólica de las mujeres que sufren violencias. Este año hemos abordado dos temas: la violencia vicaria y el acoso sexual y por razón de sexo en el ámbito laboral: dos violencias machistas bastante invisibilizadas. Continuaremos con este compromiso como objetivo”, añade el texto, que finaliza con un mensaje de unidad contra las violencias machistas “celebramos nuestras alianzas, por encima de nuestras diferencias, por la vida, por la libertad, por la comunidad, con sororidad, porque queremos seguir existiendo”.



2 comentaris
Lo que vais a conseguir con las violencias cuentistas porque es todo cuento sinverguenzas que sois unos sinverguenzas porque despues de lo que habeis hecho si tuvierais un minimo de decencia dejariais de escribir basura aunque a lo mejor de la basura no se puede esperar otra cosa porque sois basura es que la gente se harte y ya esta hasta los cojones. Y llegara el día que se os procese aparte de la respuesta popular masiva. La violencia es la que estais fomentando y desde luego un día tras sembrar tempestades recogereis huracanes pero seguid que ya veremos cuanto tiempo el Pueblo Español tarda en reaccionar. Si os creis que os vais a ir de rositas y vais a salir impunes la llevais clara.
Y nosotros acusamos al falso movimiento feminista y sus ideologos de VIOLACIÓN DE DDHH, TRAICIÓN Y GENOCIDIO y os llevaremos a los Tribunales Internacionales tarde o temprano.