“Las becas de comedores escolares se pagan siempre con retrasos de entre tres meses y un año”. Ésta es la conclusión de un sondeo de la Asociación Catalana de Empresas de Ocio Educativo y la Cultura (Acellec) realizado entre sus empresas asociadas, ya que los pagos que se hacen correctamente son una excepción.
Desde Acellec sostienen que, si bien el Departamento de Educación asegura que paga las becas puntualmente cada mes, existe burocracia en las administraciones locales que hace que lleguen tarde, sea ayuntamientos, consejos comarcales o las propias direcciones de los centros.
“En un 40% de los casos, los pagos se realizan tres meses después de haber prestado el servicio. Sin embargo, el retraso supera los seis meses en más del 50% de los centros educativos. Incluso se han detectado casos extremos en los que las cantidades económicas que corresponden a estas ayudas no llegan a sus destinatarios hasta un año después de haberse consumido las comidas”, explica Acellec en un comunicado.
En la práctica, las empresas, que son sobre todo pequeñas y medianas, financian el servicio de comedor escolar con recursos propios, en un contexto en el que el porcentaje de alumnos beneficiarios de becas de comedor crece año tras año.
Además, explica la asociación, los márgenes de gestión de estos servicios son mínimos y el incremento de los precios, con un IPC del 13% de los productos alimenticios en Cataluña el pasado mes de diciembre, hace que las empresas sufran “de una forma alarmante”. “Hoy es prácticamente impensable prestar el servicio sin incurrir en gastos financieros, necesarios para cubrir, entre otros factores, estos retrasos”, remarca Acellec.
El 70% de las empresas afirma que cobra con retraso de los consejos comarcales, el 57% tiene problemas con los ayuntamientos, el 47% con el Consorcio de Educación de Barcelona y el 19% con las direcciones de los centros.
Tareas administrativas
Las empresas que gestionan el servicio de comedor escolar critican también que la mayoría de estas administraciones exigen que sean las propias empresas las que introduzcan en el sistema los listados de alumnos y la justificación diaria de los menús servidos. Estas tareas administrativas no se retribuyen y no están incluidas en los contratos.
“El volumen de trabajo es significativo y las empresas deben destinar recursos humanos de manera fija. Paradójicamente, consejos comarcales y ayuntamientos no aceptan ninguna demora en la introducción de estos datos, y el retraso de un día puede acarrear sanciones o, directamente, el no pago de una parte del servicio. Es sorprendente esta rigidez en la exigencia de servicio por parte de unas administraciones que pueden tardar seis meses o un año en pagar a los proveedores”, censura Acellec.
Los sistemas de justificación, por otra parte, varían a menudo, y las empresas deben adaptarse a la singularidad administrativa de cada ente. Así, una empresa que preste servicio en cinco escuelas puede que tenga que realizar trámites diferentes en cada una de ellas, con la complejidad organizativa que esto supone.
Absentismo
Por otra parte, las empresas censuran que cuando el alumnado becado no va a la escuela y no hace uso del servicio de comedor sin previo aviso, éstas no cobran el coste correspondiente, a pesar de haber servido la comida: “Nadie se hace cargo del coste de estas comidas, que suponen un porcentaje relevante del conjunto del servicio”.
Por todo ello, Acellec reclama al Departamento de Educación que realice los cambios necesarios para poner fin a estas situaciones que suponen toda una “distorsión” de la actividad y los recursos de las empresas del sector del ocio educativo que prestan servicios de comedor escolar.