Cerca de 300 personas se reunieron el pasado jueves a la Capilla del Convent dels Àngels del Macba para apoyar los proyectos sociales de la Fundación Magone en una jornada diseñada para sensibilizar, a través de diferentes disciplinas artísticas, sobre las necesidades de las personas en situación de vulnerabilidad en Catalunya.

“Entendemos que el arte no tiene clases. El arte es emoción. El arte puede estar al alcance de todo el mundo. Y nosotros tenemos a personas resilientes para las cuales el arte ha sido catártico y curativo”, explica el director de la Fundación Magone, Raúl Lerones Alarcón, convencido de que una manera de visualizar el mundo social es exponer qué pueden llegar a hacer las personas en situación de vulnerabilidad cuando se las acompaña y se las da una oportunidad.

Alfonso y Dalila de Vilallonga en la jornada benéfica | Cedida

“El arte es una manera de canalizar el sufrimiento y de expresar, y cuando expresas, te liberas. El arte es una herramienta terapéutica de gestión y sedación de las propias emociones”, añade, recordando la experiencia de algunas de las personas atendidas que, a través de la pintura, por ejemplo, se han dejado ir y han mejorado sus vidas.

El cuarto mundo en Catalunya

Magone, que gestiona los proyectos sociales de los salesianos en Catalunya, tiene nueve entidades en diferentes ciudades y está presente en barrios muy desfavorecidos de Barcelona, Girona, Lleida, San Adrià del Besòs, Mataró, Sant Boi y Terrassa. La fundación atiende jóvenes maltratados, familias desestructuradas, personas con desventajas sociales y económicos, el que sería “el cuarto mundo en nuestra casa”, define Lerones.

Espectáculo de danza en el marco de ‘Solidaridad por amor al arte’ | Cedida

El objetivo del acto es “visualizar una población en riesgo de exclusión social o ya excluida socialmente en nuestra casa. Hablamos de que 1 de cada 4 niños es pobre. Esto es una vergüenza. Con el acto también queremos denunciar que, a veces, miramos hacia otro lado ante esta realidad y ponemos esta población bajo la alfombra”.

La Fundación Magone trabaja en diferentes ámbitos. Uno es el de incentivar la juventud a formarse y obtener un trabajo, otro es el de acompañar a madres maltratadas derivadas de servicios sociales y acogerlas en pisos. “Trabajamos de muchas maneras con mujeres, población migrada, infancia, adolescencia… Hay todo un proceso de personalización, depende de las edades y de los diferentes objetivos”.

Raúl Lerones Alarcón: “El arte es una manera de canalizar el sufrimiento y de expresar, y cuando expresas, te liberas” | Cedida

Así, hay diferentes cursos de formación e inserción, por ejemplo, y, en total, atienden a más de 4.000 personas en situación de vulnerabilidad durante el año. La fundación trabaja desde hace más de 30 años. Para Lerones, actos como ‘Solidaridad por amor al arte’ tienen sentido porque reúnen disciplinas y personas diferentes con el objetivo de “visualizar a las personas que están sufriendo”.

Dignificar las vidas de las personas atendidas

Gracias a donaciones, el acto se ha podido hacer en un espacio del Macba, un lugar “digno”, ha dicho el director, para “dignificar” también las vidas de las personas a las que atienden.

El acontecimiento tuvo lugar el 6 de julio, fue conducido por la escritora y presentadora Asha Miró, y contó con la presencia de Alfonso de Villalonga, compositor de bandas sonoras galardonadas con un Premio Gaudí y un Premio Goya, acompañado de la voz de su hija, Dalila de Vilallonga.

Durante la noche, hubo actuaciones de danza contemporánea del Instituto del Teatro, música vive del cantautor Sander Clasen, un espectáculo de magia de la mano de Ivan Larson y una exposición fotográfica de niños, jóvenes y adultos de las plataformas de educación social de la Fundación Magone. La Fundación Juventud, que trabaja para dar oportunidades laborales en jóvenes vulnerables, fue la encargada del catering.

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