El Informe ‘Uso social de los centros educativos públicos’ analiza la oferta de actividades extraescolares de la ciudad de Barcelona para identificar las realidades de cada centro, generar sinergias con entidades y establecer criterios de mejora.

Elaborado por el Consorcio de Barcelona a partir de una encuesta en los centros educativos, el estudio señala que el 75% de los centros ofrecen extraescolares organizadas por Asociaciones de Familias de Alumnas (AFA). En total, en Barcelona se llevan a cabo 1.334 actividades promovidas por los mismos centros.

El 76% participa en programas educativos municipales, como por ejemplo Patios abiertos, Convivimos Deportivamente, o del Consorcio, como por ejemplo Éxito y Speak Up. Hay 249 participaciones en este tipo de programas.

Además, el 41% acoge actividades de uso social con entidades externas o ajenas en la comunidad educativa del centro. En este sentido, se han recogido 332 actividades externas.

Fuente: Consorcio de Barcelona

Las actividades deportivas son las más habituales en los usos sociales de los centros, seguidas de los patios abiertos, que los centros utilizan como equipamiento deportivo municipal y como espacio de ocio vecinal, y otros de tipo artísticas, de apoyo educativo y cívicas o sociales.

Por distritos y barrios

Ciutat Vella es el distrito con un porcentaje más alto de uso social de sus centros, con un 82%. Le siguen Nou Barris (81%), Sant Andreu (78%), Gràcia (72%) y el Eixample (70%), siendo la media de la ciudad del 69%. En el lado opuesto, encontramos Sarrià-Sant Gervasi, con un porcentaje muy inferior al resto.

El informe evidencia que existe una gran diversidad de realidades entre los barrios de la ciudad. Por ejemplo, el Poblenou, con 20 actividades en 7 centros; el Turó de la Peira, con 20 actividades en 4 centros, o Sant Andreu, con 17 actividades en 8 centros son los barrios con más uso social.

Esta iniciativa se enmarca en la iniciativa Educación 360 y en la promoción de igualdad de oportunidades en la oferta de extraescolares. La técnica de gestión territorial del distrito de Sant Andreu, Yolanda González Tavira, que ha participado en la coordinación de este estudio, asegura que “este mapeo de actividades y usos permite compartir un conocimiento de la realidad de cada territorio, identificar si hay realidades diferentes entre centros y, a partir de aquí, establecer un diálogo alrededor de las posibilidades y los retos que hay que tener en cuenta para impulsar un modelo de equipamientos educativos arraigados a los barrios que garantice la equivalencia entre centros”.

Retos

Las diferencias entre barrios no responden únicamente a las dinámicas de cada territorio o a la voluntad de cada centro, sino que a menudo también dependen de las oportunidades que facilita, por ejemplo, el tipo de edificio.

En este sentido, la directora de la Escuela Calderón de Nou Barris, Celes Freixes, explica: “Nosotros tenemos una decena de acuerdos de cesión de espacios con entidades deportivas, culturales, exfamilias y grupos de adultos, casales e, incluso, un grupo de FP. Esto supone coordinación y responsabilidad de todas las partes, pero lo podemos hacer porque el acceso a la mayoría de las actividades no implica gestión de alarmas o el paso por el vestíbulo general. Nuestro edificio nos lo hace muy fácil”. Y añade: “Abrir el centro tiene muchas ventajas y nos enriquece, pero también hay cuestiones que hay que pulir y abordar, como el desgaste, la limpieza o las necesidades de conserjería”.

El estudio plantea algunas recomendaciones y retos para mejorar el sistema de gestión, como establecer criterios para priorizar gastos asociados en el desgaste (limpieza, mantenimiento e inversiones), o la posibilidad de crear un espacio compartido en el Consejo Escolar del Distrito donde se haga seguimiento y promoción de estas actividades con una mirada de equilibrio territorial y equivalencia entre centros.

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