Hace poco más de un año, el presidente del gobierno sionista de Israel, Benjamin Netanyahu, intervino en la Asamblea de la ONU anunciando su plan compartido con EE.UU. de un nuevo Oriente Medio, con un mapa en el que desaparece Palestina, mientras que países como el Líbano aparecen en color negro. Un nuevo Oriente Medio que asegura el dominio del “Reino de Israel” y de EE.UU., se hablaba de la ruta de la India, y de la normalización de relaciones que, en la realidad, significa someter a los países árabes al dominio sionista-imperialista.
La declaración de Netanyahu no es una novedad, desde la Primera Guerra Mundial, los acuerdos de Sykes Picot y, posteriormente, la promesa de Balfour en 1917, representan el sueño colonial del movimiento sionista y sus alianzas con las potencias coloniales, de someter al pueblo palestino y a los pueblos árabes a través de la discriminación, la aniquilación y el apartheid. Así, la política de guerra, de matanzas, del estado sionista de Israel empezó antes de la creación del propio estado de Israel y continúa hasta hoy contra el pueblo palestino, contra el pueblo libanés y otros pueblos árabes, con distintos métodos, pero cada vez la maquinaria asesina es más sofisticada y más mortal, toma dimensiones muy graves, por la tecnología militar y la inteligencia artificial, en manos de criminales de guerra y criminales contra la humanidad, que violan las convenciones internacionales de trato en civiles en situación de guerra, ignorando las resoluciones de los organismos internacionales. Son genocidios con el visto bueno de los gobiernos de EE.UU. y de Europa. Los cómplices en un acto criminal son culpables al mismo nivel del autor.
La política de guerra, de matanzas, del estado sionista de Israel empezó antes de la creación del propio estado de Israel
Desde octubre de 2023, ya desde hace 12 meses, el estado sionista y el gobierno fascista de Israel lleva a cabo un “genocidio móvil”, en Gaza, Cisjordania y el Líbano, con decenas de miles de personas asesinadas, cientos de miles de personas heridas, la mayoría de ellas niños, niñas, mujeres y ancianas. En el Líbano, las matanzas empezaron el 8 de octubre, con la destrucción total de pueblos y ciudades fronterizas con la Palestina ocupada y campos quemados con bombas de fósforo prohibidas por la comunidad internacional. Israel ha practicado desde el 8 de octubre la famosa política de “tierra quemada”, la destrucción total, y ha obligado a la población a desplazarse y a vaciar pueblos y ciudades.
En los últimos días, la escalada de destrucción y asesinato de civiles libaneses en manos del ejército israelí ha sobrepasado toda imaginación, ya no hay líneas rojas, todo el territorio libanés está bajo el bombardeo, desde el sur hasta el extremo norte del país está sufriendo los bombardeos indiscriminados, miles de civiles fallecidos y heridos, y un millón de personas desplazadas.
El gobierno fascista de Israel en una semana ha violado los convenios internacionales decenas de veces, empezando por las explosiones de “busca personas” que son de utilidad civil (médicos y más personal sanitario, entre otros) provocando cientos de muertes y 3.000 heridos, las explosiones de los equipos de comunicación también con cientos de personas fallecidas y heridas, y los bombardeos a pueblos, a civiles con bombas de perforación, de vacío, de segmentación, de fósforo… Todas están prohibidas a nivel internacional.
Todo apunta a una escalada ascendente en la agresividad del gobierno israelí. La población libanesa sufre los crímenes de guerra en un estado declarado fallido desde 2019. Un estado controlado por partidos confesionales y por una alianza oligarquía-bancos y clase política confesional corrupta que han dejado al país en ruina. Lo que no es capaz de destruir el gobierno de Netanyahu, ya lo ha hecho el propio poder corrupto de Líbano, dejando el país sin electricidad, sin infraestructuras, sin sanidad, sin servicios sociales, sin…
Todo apunta a una escalada ascendente en la agresividad del gobierno israelí
La respuesta a la guerra de destrucción parte de los movimientos populares, de la sociedad organizada y de la solidaridad ciudadana. Se crearon comités de resistencia popular para dar respuesta a nivel humanitario, para la acogida de las personas desplazadas y para atender a las personas heridas.
La Asociación Catalunya-Liban, desde hace más de 40 años trabaja de forma estrecha y fraternal con el Socorro Popular Libanés, una entidad laica, presente en todo el territorio a través de 22 centros sanitarios y sociales y hospitales con 50 años de experiencia en el ámbito sanitario, social y de emergencia. Desde el Socorro Popular Libanés hemos recibido un llamamiento de solidaridad y necesidades de emergencia.
A nivel sanitario:
- El hospital del Socorro Popular en Nabatieh, en el sur del país, es de los pocos hospitales en el sur que atiende a personas heridas, en algunos casos heridas graves que necesitan intervenciones quirúrgicas y equipos.
- En los 22 centros del Socorro atienden a personas heridas.
- Falta material sanitario, equipos médicos, medicamentos de enfermedades crónicas, ambulancias y médicos especializados en medicina de guerra.
A nivel social:
Para atender a un millón de personas desplazadas, el Socorro Popular trabaja a 2 niveles:
- Ha puesto 7 centros propios en distintas regiones del Líbano para la acogida de las personas desplazadas.
- Se coordina con el Comité de Emergencia Estatal para atender a nivel sanitario a las personas desplazadas en los 700 centros (escuelas) fijados por el gobierno, realizar control sanitario y seguimiento de personas con enfermedades crónicas, y asegurar las necesidades básicas.
- Faltan alimentos, mantas, colchones, productos de limpieza, higiene, platos, cocinas, instrumentos de cocinas, gas, electricidad, etc.
Desde la opinión pública a nivel internacional en general, y en Cataluña en particular, es necesario enfocar la solidaridad en dos líneas. Por un lado, la política, continuando las movilizaciones y las presiones para que España deje de vender y comprar armas de un estado genocida según el Tribunal Penal Internacional, que las instituciones catalanas y españolas corten las relaciones con el gobierno israelí. Por otro lado, falta una gran campaña de solidaridad con el pueblo libanés.
Resistir-Vencer



1 comentari
Al nazifascismo anglo estadounidense debe respondersele con igual contundencia; asombra la pasividad de China y Rusia ante el salvajismo de la agresión imperialista de Estados Unidos, Inglaterra y la Unión Europea;
Que se tengan del pelo si no se defienden atacando, porque ellos mismos son la joya de la corona.