CCOO se reivindica ante la extrema derecha en su 60 aniversario: “Pondremos el cuerpo para defender la democracia”

Javier Pacheco en el acto de celebración del 60 aniversario| CCOO de Cataluña

Hace 60 años, en una asamblea de 300 personas en la parroquia de Sant Medir, en el barrio de Sants de Barcelona, ​​se constituía CCOO de Catalunya con socialistas, comunistas, católicos progresistas y sindicalistas de UGT y la CNT. Hoy es el principal sindicato con más de 145.000 afiliados y 24.000 delegados.

“CCOO organizó la clase trabajadora en un contexto en el que no era fácil hacerlo. Y sigue haciéndolo hoy, en un contexto de cambios sociales y financieros, como la pandemia, para mejorar las condiciones de vida de las familias trabajadoras”, ha afirmado el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, en la inauguración del acto de celebración de los 60 años en la sede del sindicato en la Via Laietana.

El presidente ha reivindicado una Catalunya de convivencia “en momentos de cambios como los que vivimos” y ha destacado la gestión de la pandemia, “que protegió a los trabajadores con la aprobación de una reforma laboral que mejoraba las condiciones laborales, mientras la respuesta a la crisis de 2008 fue profundamente injusta”. También ha advertido que “si la economía funciona, debe contribuir a mejorar las condiciones de los trabajadores, porque no hay defensa de la democracia si los trabajadores tienen dificultades para llegar a fin de mes”.

La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, “hija de CCOO” —su padre, Suso Díaz, fundó CCOO de Galicia—, se ha definido como una ministra que no es neutral: “sé muy bien de dónde vengo y al que defiendo: los trabajadores de ese país”. Ha recordado que “el franquismo fue un régimen anti obrero y alérgico a las libertades de la clase trabajadora” y ha lamentado que vivimos “tiempos difíciles donde la democracia está en duda y hay que dar certezas a la ciudadanía”.

Una de las principales reivindicaciones de los sindicatos ha sido la reducción de la jornada laboral, que se encuentra en el tramo final de negociación, después de que la patronal abandonara las conversaciones. “La medida más esperada por la ciudadanía”, según ha dicho la ministra de Trabajo, que reducirá la jornada máxima en España a las 37,5 horas el próximo año. Díaz pidió a los sindicatos que se vuelquen para conseguirlo y anunció que el próximo 26 de noviembre se reunirá el comité por primera vez este año para acordar un nuevo aumento del salario mínimo interprofesional (SMI) para 2025.

“Somos un sindicato de hoy, que organiza la pluralidad de la clase trabajadora”, ha defendido el secretario general de CCOO de Cataluña, Javier Pacheco. El líder sindical ha reafirmado la unidad de acción con UGT, sin la cual no se entendería la unidad de respuesta de la clase trabajadora, según ha defendido. Ha asegurado que el sindicato “pondrá el cuerpo para defender la democracia, ante la amenaza de la extrema derecha y ha afirmado que “la gente quiere un espacio de libertad: poder llevar a sus hijos a una escuela pública de calidad, poder ir al médico, tener un trabajo con un sueldo que no se pierda en la vivienda o al llenar la cesta de la compra. No hay libertad sin techo, ni democracia sin derechos”, ha concluido.

El secretario general de CCOO, Unai Sordo, ha lamentado que “no vivíamos un riesgo democrático similar desde el fin de la Segunda Guerra Mundial”. Ha defendido que “ante la sensación de vulnerabilidad, hay que ofrecer espacios de seguridad que no se basen en el clasismo ni el machismo”. Para ello, ha propuesto “un nuevo contrato social que reduzca la jornada laboral y aumente los salarios. Debemos construir futuros que realmente valgan la pena vivir”.

En su intervención, el alcalde de Barcelona, ​​Jaume Collboni, ha pedido que los sindicatos se impliquen en las políticas urbanas como la vivienda, que “es la principal fuente de desigualdad del país”. En Barcelona, ​​los precios han crecido más de un 70% en 10 años y “es necesario que nos impliquemos para combatirlo”. A la celebración de los 60 años del sindicato también han asistido los expresidentes de la Generalitat Pere Aragonès y José Montilla, el consejero de Trabajo, Miquel Sàmper, los secretarios generales de UGT de Catalunya y USOC, Camil Ros y Maria Recuero, los ex secretarios generales de CCOO de Cataluña, Josep Lluís López Bulla, Juan Coscubiela, Juan Carlos Gallego, y líderes de otras formaciones políticas.