drets humans

Coincidiendo con el vigésimo aniversario de la Declaración de Naciones Unidas sobre Defensores y Defensoras de Derechos Humanos, 321 activistas fueron asesinados en 2018. Una cifra que evidencia la urgencia de profundizar en el estudio de las dinámicas de la violencia contra personas defensoras y movimientos, así como la necesidad de cuestionar los enfoques de los mecanismos de protección actuales.

Tenemos la obligación moral de no caer en la resignación, iría en contra de la defensa de la democracia y los derechos humanos creer que no podemos revertir esta situación. Tenemos la capacidad de hacerlo y de combatir actitudes y discursos que niegan en gran parte los ideales contenidos en la Declaración

Tenim l’obligació moral de no caure en la resignació, aniria en contra de la defensa de la democràcia i dels drets humans creure que no podem revertir aquesta situació. Tenim la capacitat de fer-ho i de combatre actituds i discursos que neguen en gran part els ideals continguts en la Declaració

A pesar de la consecución de muchos éxitos, las violaciones de los derechos humanos son todavía una atroz realidad en muchos territorios y para muchos colectivos. Además, nuevas e inesperadas amenazas están poniendo en peligro muchas de las metas alcanzadas desde 1948. No es hora de bajar la guardia. Hace falta una energía renovada para hacerles frente